Tendencia

 

 

 

 

 

 

 

 

    

 

 

"La tendencia -dice Sophie en pelotas sentada sobre su tela hindú en la playa, con la espalda muy erguida, la larga melena negra echada para atrás y dándose cremas protectoras a mano llena sobre su cara de piel blanca y sensible- es una cosa muy compleja. Muy -remarca mientras se pone medio tubo de leche hidratante por la frente-. Se trata de algo muy complicado, ¿tú sabes? Es la locura. Es la más grande locura que tú te puedas imaginar ¿Tú imaginas lo que te digo?". Dice animadísima a hablar del tema con esa dicción propia del Francés Parisino que voy a tratar de traducir lo más literalmente posible. Hablábamos sobre el mundo de la moda, en el que ella trabaja desde hace tiempo en una agencia de fotografía, y en concreto se estaba refiriendo a lo que en ese mundo llaman la tendencia, una especie de normativa o estudio de inclinación que dicta hace dice y al mismo tiempo intenta adivinar lo que se va a llevar la próxima temporada. "¿Tú imaginas la cantidad innumerable de idiotas que pasan toda su vida angustiados por la tendencia? !Toda su vida! ¿Tú te das cuenta, lo que eso significa, pasarse toda la vida angustiado por una coñez tal como la tendencia? !Al borde del colapso, te lo juro, yo lo veo cada día! -sigue contando haciéndose un moño con el pelo y sujetándolo con un palito en forma de pincho-. !Ah, no! !Es la locura! ¿Tú sabes?, la locura humana no conoce límite, amigo mío !Ah no, en absoluto! ¿Me ayudas, por favor?, yo no llego a ponerme la crema en la espalda"

"Pero en definitiva -planteo yo extendiéndole la crema- ¿quién es el que dice lo que se va y no se va a llevar?, son las altas esferas del mundo de la moda, ¿no? Son ellos los que elaboran las reglas".

"!Bien seguro! -contesta Sophie enardecida- !Bien seguro que son ellos! Esa especie de coños. Pero es algo muy complicado. Muy.  No es así de simple. Bien seguro que ellos elaboran las líneas, de una forma muy muy muy secreta, los colores, las formas, las texturas, !todo!, ellos intentan hacer la tendencia a su modo, controlarla, eso es bien seguro, existen publicaciones, libros, revistas, muy muy caras y muy difíciles de conseguir además, que dicen cual va a  ser, al menos más o menos, la maldita tendencia. Pero  hace falta pagar enormemente de dinero para obtener la información y aún así, aunque tengas el dinero, no es fácil obtenerla, es algo muy cerrado, ¿sabes? es necesario conocer, tener, cómo te diría, un cierto pedigrí, unos contactos precisos, hay que estar en el circuito, todo está rodeado de un gran secreto, de una cierta clase de misticismo, es un ambiente muy cerrado. Muy. Como una logia. Solo las más grandes firmas, los más grandes diseñadores, tienen el acceso que hace falta… Los otros, los pequeños, esos que tienen una pequeña empresa de confección… o un negocio familiar de tejidos… o que intentan… no sé, hacer algo en el mundo de la moda a una pequeña escala, para esos es la angustia más completa que tu te puedas imaginar. !Todo el tiempo corriendo detrás de la tendencia! Te lo aseguro, yo tengo amigos así, yo veo eso casi todos los días, yo te lo puedo asegurar, !todo el tiempo al borde de la crisis cardiaca! ¿Te imaginas, que tú hayas comprado toneladas de tejido de un color y de un día al otro la tendencia no es ya nada ese sino otro? ¿O que tú tengas todo estampado y la tendencia sea absolutamente liso? ¿Tú te imaginas, la cantidad de gente que depende de esa coñería?, de obreros, de empleados, de padres de familia en fin. !Oh no! !Te lo aseguro! !Es una locura el mundo de la moda! ¡La vida es una locura! ¡El ser humano es una locura en sí mismo!, ¿sabes?, yo estoy segura de que hay alguna cosa dentro del ser humano que no marcha nada. Totalmente segura". Concluye al tiempo que acaba de encremarse cuidadosamente el último milímetro de piel en las piernas.

"Pero, al fin -le digo- es todo un montaje de la gran industria para garantizarse el dominio del juego".

"Bien seguro -sigue argumentando con el frasco de crema en la mano-, pero no es tan simple como eso. Es mucho más complicado. Mucho. ¿Tú sabes? Hay tal cantidad de cosas que intervienen, de intereses, de factores, de empresas por todo el mundo, !de gente en definitiva!, que no es nada evidente. Incluso para los grandes no es algo evidente. Ellos intentan hacer estudios, encuestas… Pero siempre existe la posibilidad de que algo falle, de que sin saber por qué todo cambie, es terriblemente estresante, te lo juro, y es por eso, por que en definitiva hay la gente. Esa es la clave. Tú puedes hacer no sé que cosas que al final es la gente la que compra o no, ¿tú ves lo que quiero decir? En definitiva es la gente la que decide. Y eso es algo muy complicado de conocer, de controlar, de manipular en fin. Muy. No sé si entiendes. Somos muy complicados los seres humanos -acaba diciendo divertida bajo el sol-, muy complicados. Muy ¿Tú te das cuenta de lo complicados que somos? Eso es lo verdaderamente interesante. Jaja. Eso es lo apasionante de la vida. Yo encuentro apasionante eso".

Sí, realmente interesante, me digo. La tendencia. Entre todos la montaron y ella sola se formó. Mientras escucho a Sophie y miro el mar lleno de mierda flotando mi cabeza se pone a cavilar. La otra Tendencia. La grande, la general. La otra, ¿cómo llamarla?, la cultura, la progresión de la dinámica social. Funciona igual. Lo veo como en una película. También entre todos la montamos y ella solita se forma. Cada cual arrima el ascua a su sardina y así va evolucionando el fuego de la Historia. Veo la legión de técnicos que trabajan en la consecución de este imperio tendencioso. Todo tipo de ólogos. Millones de publicistas. Técnicos en manipulaje. Especialistas en guerras. Mercaderes titulados. Genios del dinero. Artistas, matarifes, animadores, potenciadores del consumo, manitas informáticos, curas y chamanes, gurus con cuenta, diplomáticos bidiestros, militares al uso, policías recombinables, parlamentarios inútiles, políticos hueros, canallas diversos, hijoputas varios, altruistas a la carta, burócratas en plaga, médicos sinfronteras y jueces sinvergüenzas, docentes con y sin conocimiento y todo tipo de cerdos con alas inconscientes. Todos al borde del infarto, creando, planificando, corriendo detrás de la tendencia, mamando de ella como lechones frenéticos. Y la tendencia cada vez más planificada y sin embargo siempre igual de impredecible, la muy puta. ¿Cuáles serán las guerras que se lleven la próxima temporada informativa? ¿Qué ideas, qué anhelos, qué razón de vida, qué crisis del Sistema, y qué destinos turísticos serán los más elegidos en las próximas décadas, cuáles las enfermedades más utilizadas, los deseos más ocultos, las drogas más mercadas, los apocalipsis más amenazantes, los terrorismos más de moda, los libros más leídos…, los vuelcos más inesperados? ¿Por dónde irán corriendo las aguas caprichosas de la Gran Tendencia? Repaso mentalmente el mecanismo de esta locura general y colectiva. La Tendencia con mayúscula. ¿En definitiva depende de la gente? En una parte, claro. Más de la propia Piara en sí. Porque los porqueros no son más que simples cerdos disfrazados para intentar beneficiarse de los cerdos. Con su interés y la acción de su teatro crean tendencia pero la Tendencia está por encima de ellos, y de todos. Porque al final todos estamos dentro de la Tendencia Cósmica, la Total, la subatómica y galáctica, que, oye, ¿está por encima o al lado, delante o detrás de la nuestra? ¿Influye también la tendencia particular de nuestras modas en la Espacio-Temporal del Universo? ¿Y viceversa? ¿En que medida nuestros actos son creadores también de la Tendencia que mueve la expansión del Universo? ¿Y los movimientos interestelares de la nuestra? …

"!Ahh!, hace calor -dice Sophie rompiendo el corto silencio que ha seguido a su alocución acalorada-. ¡Al agua, al agua. Vamos al agua! ¡Es necesario ir al agua todo rápido!".

Pero no es tan fácil. Una costra marrón y grasientosa flota en su superficie a lo largo de toda la playa. Una costra de aspecto cacaloso. Zumo de váter. La flor del desarrollo. La nata del progreso. El signo de los tiempos. La tendencia del Mar.

"¡Espera, espera! ¡Está asquerosa! ¡Mira!".

"!Agh!- grita Sophie deteniendo la carrera coqueta que llevaba hacia el agua-. Pero… !¿que es eso?! !Es repugnante! ¡¿Es de la mierda?!

"Es de la mierda y de la mejor calidad".

"Agh, no me lo digas nada. Que horror. Pero… !es terroríficante! ¿Cómo se puede llegar a una situación así sin que nadie…? ¿Tú te das cuenta?, ¡hemos jodido el mar! !¿Tu te das cuenta lo que eso significa?!, ¡esta especie de coños que es el ser humano ha logrado joder completamente el mar!

"Pues ya ves".

"Pero… ¡es horrible, yo estoy a punto de morir de calor, al borde de un mar maravilloso, y no puedo meterme en el agua porque es de la mierda!".

"Donde hay que meterse es a la sombra y esperar a ver si pasa. Normalmente va y viene, pero nunca se sabe si se queda todo el día o cuánto tiempo se va a quedar ni cuándo va a venir. Es difícil también acertar con la tendencia de la mierda del mar. Jajaja".

"Oh no, no rías por favor. Es demasiado triste para reír".

"Sophie, hay una vieja rumba española que dice que es preferible reír a llorar. Ven, vamos a la sombra, a dilucidar si la balsa de mierda tiende a irse o a quedarse, o cómo coños va a ir hoy la tendencia que tiende a hacer del mar una cloaca. Que si no vamos a ser nosotros los que nos vamos a quedar tendidos y achicharrados sin remedio".

Y sin más remedio, eso fue lo que hicimos.

Enrique López
enriquelopez@elbarrancario.com

  

 

si prefieres leer los textos sin los fondos de las páginas Web o quieres imprimirlos están disponibles en formato PDF en las respectivas secciones de archivos de
El criticón
y
Textos y Cuentos

 
 

VOLVER A PORTADA 5

IR A ARCHIVO DE TEXTOS Y CUENTOS

 

IR A ARCHIVO DE EL CRITICÓN

IR A ARCHIVO DE NÚMEROS ANTERIORES

 
  CONTACTO REDACCIÓN